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domingo, 15 de enero de 2023

AMOR EN UN LENGUAJE DIFERENTE, por Juan Barrachina Sierra y otros.

 Por: Jose Ángel Planillo 

Comprobar la evolución de un amigo en sus inicios en el mundillo literario es algo sumamente placentero. Y esa es la sensación que me ha despertado la lectura de la antología Amor en un lenguaje diferente, donde el alturano Juan Barrachina Sierra ha vuelto a participar como coautor, junto a otros cinco escritores de dos continentes, de una obra donde se explica el amor que se llega a generar entre dos seres que no solo hablan lenguajes distintos, sino que son de especies distintas. Un vínculo tan estrecho, el creado entre los seis autores con sus cánidos, que les ha llevado a concebir este libro solidario, donde los beneficios que genere irán destinados al acogimiento y protección de perros abandonados.

Y los perros son los protagonistas de todos los relatos, estructurados en dos partes: La primera, en donde se muestran las huellas que el perro puede dejar en la vida de un ser humano. Y honda fue la que aquí Juan nos narra le dejó su perra V de Vendetta, que aunque llegó a casa por casualidad y para su hijo, pronto el animal se amoldó a él, hasta el punto de ser su fiel compañera en sus salidas montañeras y ascensos a las alitas cimas alcanzadas por este polifacético geldano afincado en Altura.

Un emotivo relato que se une a los otros cinco que relatan, en historias verídicas, qué tipo de huellas les han dejado sus mascotas en la vida, como la esperanza, la diversión, la fidelidad y el sentido del deber, el autoconocimiento y el crecimiento personal, la aventura y la supervivencia, la amistad, la fe o, incluso, la superación del duelo. 

Por otro lado, en los capítulos de la segunda parte toman la pluma los perros, quienes ayudados por sus compañeros de vida humanos, trasladan al papel sus experiencias vitales junto a ellos. Aquí encontramos historias de cómo han afrontando sensaciones que van desde la indiferencia que siente un perro callejero hasta la calidez que les proporciona el hogar donde se les considera parte de la familia.

Aquí Juan da voz a su perra Ária con un relato conmovedor, que muestra su evolución como escritor y mantiene en tensión al lector durante la experiencia vital que narra.

Desde luego, con ambos relatos Juan deja patente que igual que se ve capaz de alcanzar algunas de las más altas cumbres del planeta, tampoco tiene miedo a enfrentarse a los retos de la escritura, y ha demostrado sus avances desde aquel primer relato aparecido en la "15 Miradas a la Libertad", y me consta que ya está trabajando en varios proyectos más, que seguro que le llevarán a la cima de este otro arte.

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