LA COLINA DE EDETA, de Concha López Narváez.

Por Jose Ángel Planillo 

Sinopsis: "La colina de Edeta es una novela de fondo histórico que se desarrolla en la Península Ibérica en los últimos años del siglo III a. de C., momento crucial para los pueblos ibéricos, que deben enfrentarse a los sucesivos invasores de sus tierras: cartagineses y romanos. 

En medio de estas luchas surge una bella historia de amistad entre un chico y una chica iberos y el hijo de un comerciante griego. Una apasionante novela de acción que nos introduce en la cultura y las costumbres iberas, con el rigor histórico habitual en esta conocida autora".

Novela que llegó hace año y medio a casa, y que tardó más en ser leída de lo que pensaba, pero cayó.

Y lo ha sido en un tiempo en que la cultura íbera está siendo parte de mi vida, porque explicar uno de sus antiguos poblados es parte de mi actual poblado.

En cuanto a la novela, la autora, Concha López Narváez, tira de historia, costumbres y tradiciones de la cultura íbera para dar cuerpo, voz y vida a los personajes que por ella pasan, que no son pocos, ni a veces necesarios.

Obvio que la novela trata sobre Edeta, pero la Edetania estaba formada también por otras importantes ciudades como Saitibi o Arse, que apenas aparecen en sus páginas. Y ya es sangrante especialmente que no salga Arse, que justo en el periodo narrado fue una importante referencia para íberos,romanos y cartagineses. Pero bueno, como su relación con Edeta al parecer tampoco era muy cordial, igual ha sido convenientemente relegada al margen...

Sobre los tres protagonistas poco que decir, pues eran bastante predecibles sus acciones y pasos a seguir, aunque el último capítulo sí me ha sorprendido la decisión de la joven, pues esperaba otro final.

Y el que le da, no es que sea de mi agrado, pero tiene cierta lógica. Así que no acaba mal.

En fin, novela fácil de leer -que para eso está destinada al público juvenil -, que puede servir para acercar una parte de nuestra historia y cultura a las generaciones que vienen detrás, pero que pasa sin pena ni gloria.

Ahora, si nadie de mi entorno desea leerla (a quien le apetezca, que me la pida sin vergüenza alguna), es probable que sea liberada precisamente en cierto poblado edetano en cuyo entorno me gano actualmente mi sustento, explicando su suerte y lo que de él resta.

Así, quién lo encuentre, podrá también impregnarse de ese noble espíritu combativo de aquel pueblo del que descendemos los de estas tierras.

Gracias Cocodras por compartirlo