Por Jose Ángel Planillo
Esta novela llegó a casa como parte de un regalo, el de mi Amiga Invisible de Bookcrossing, Carolina, en 2016. En aquel momento recuerdo que le tenía muchas ganas y espectativas, al ser una obra de Dolores Redondo con la que tanto disfruté tras sus afamadas novelas del Baztán. Y el resultado no podía ser otro...Aunque las primeros capítulos me llevaron a pensar que la escritora recaía en la palabrería y enturbiaba la fluidez de la lectura, a medida que iba devorando sus páginas esa sensación se iba desvaneciendo y crecía el interés por dilucidar quién era el "malo" de la novela. Y ahí de nuevo estaba Dolores, para darle la vuelta a todo y tumbar cualquier sospecha que pudiera uno plantearse sobre éste o aquel. De hecho, uno de esos libros donde los pequeños detalles cuentan, y precisamente ÉSE no me pasó desapercibido, aunque no esperaba los giros de la historia.
Sencillamente, tan bueno o más que su famosa trilogía, y digno merecedora del premio que recibió por esta novela (aunque ya se sabe que no es oro todo lo que reluce en éste certamen).
De momento, ha pasado a acompañar a sus hermanos en mi estantería, con la certeza de que volverá a ser leído. Y si sale prestado, será bajo cientos de medidas de seguridad, para saber que volverá "a casa".
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