LA CASA DE LAS GLICINIAS, de Victoria Daboise

Por Jose Ángel Planillo 

Para ser un apasionado de la lectura, raramente me dejo seducir por un libro que no encaje en mis gustos literarios, o no se ciña a algún tema que me interese estudiar. Sólo en algunas ocasiones por obligación, por satisfacer a alguien de mi entorno para que lea su trabajo, por una recomendación de alguien en quien confíe o por una alineación astral que me pille con el día tonto, me salgo de mi línea de lecturas.

Y en cierto modo, así es cómo ha llegado "La casa de las glicinias" a mis manos para ser procesado por mis pupilas y degustado por mis papilas neuronales, si es que existen. Y es que su autora, la "caudielana" Victoria Daboise, me ha honrado con ser quien presente su ópera prima literaria el próximo 10 de agosto en el salón de plenos de Altura.

Es, desde luego, una novela diferente: una mezcla de libro de viajes, catálogo de arte, compendio de botánica,  novela romántica más allá del tópico, pues al amor humano se le suma el de la pasión por la cultura, el trabajo, y por la lealtad entre los protagonistas y sus  círculos más cercanos. Pero además posee ciertos toques de género detectivesco y un punto emocional, que lleva a enganchar y querer seguir un poquito más.

Me ha encantado la manera en que, tras una frase corta, pero tan intensa como una sentencia, la autora se explaya detallando lo que con ella pretende transmitir al lector.

Cómo desglosa milimétricamente la vida y detalles vitales de sus protagonistas, que luego irá encajando a lo largo de la obra. Tal vez, en ocasiones, sea un poco reiterativa e insistente remarcando algunas de ellas, pero busca dar el toque humano al personaje del que habla.

Otras veces es un párrafo completo el que te obliga a avanzar, y luego reflexionar sobre su contenido. Con ellos, ha habido ocasiones en que ha logrado traspasar a lo personal la historia de los personajes, hasta el punto de verte reflejado en la descripción o vivencias del mismo.

Sin duda, se nota que esta mujer ha inoculado literatura y arte desde que nació. Algo tendrá que ver el crecer entre libros, con padres que de las letras y el papel han sacado tanto provecho, que incluso son el único matrimonio que ha logrado obtener el Premio de cuentos Max Aub de forma individual en la modalidad comarcal. ¿Cómo no iba a despertar en ella esa pasión por la literatura, que ahora ha convertido en su profesión?

Por suerte, al final ha hecho caso a todos aquellos que conocían su buena mano con las letras y se ha animado a publicar lo que hasta ahora escondía en cajones y el disco duro del ordenador.

Y de momento, ha logrado que "La casa de las glicinias" haya sido el mejor refugio para combatir noches tórridas veraniegas, aspirando los aromas descritos, removiendo emociones internas, y gozando con las externas que nos describe Victoria.

De seguir en esta línea, sin duda, Victoria llegará lejos.