Por Jose Ángel Planillo
La novela Tierras de leche y miel, de la que ahora os voy a dar mi opinión fue un regalazo de una de las maestras de la novela histórica española, como Toti Martínez de Lezea, que me regaló y dedicó esta novela al poco de ser publicada en 2016, por ganarla en un singular sorteo.
Una historia que enseguida te lleva a empatizar con el personaje principal (Ianitz), y sus compañeros de aventuras y desventuras por Tierra Santa, a la que acude para acompañar al rey de Navarra y purgar ciertos pecados. Entretanto, la busqueda de una reliquia para el convento de su condado, acaba convirtiéndolo en un traficante de las más estrambóticas reliquias de la cristiandad.
La trama engancha, aunque tal vez los capítulos sean demasiado largos -eso sí, se hace cómoda-, y te obliga a invertir más tiempo del que a veces se dispone para acabar cada uno de ellos. Aunque si toca dejarlos a mitad, también es fácil retomar el hilo y sumergirse de nuevo en la novela.
Quisiera hacer alguna crítica más dura sobre la novela, pero como mucho, solo puedo puntualizar la gran suerte y los numerosos encuentros casuales que tiene siempre el protagonista, teniendo en cuenta que en aquella época, el movimiento de las personas era bastante más limitado que en la actualidad. Ahora que también es cierto, que si te mueves en determinados círculos, vayas donde vayas siempre encuentras a las mismas personas..
Pero como ya sabéis, lo mio con los libros de Toti ya es vicio, y cualquier cosa que escriba esta mujer me engancha y me encanta. Y si en este caso además me lo regala la propia autora, pues el gozo es todavía mayor
Ahora, toca dedicarle mi atención a otros libros con los que aprender y distraerse en este nuevo año casi recién estrenado, que ha empezado igual que acabó 2021: Recibiendo más libros de autores para que se los reseñe.
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