Por Jose Ángel Planillo
Brutal, de esos que te dejan los pelos como escárpias al terminar su lectura.
Me habían hablado muy bien de esta novela mis compañeros de Bookcrossing, y por lo que fuera, no terminaba nunca de encontrar el momento de leerlo. Pero una vez lo empecé... ¿cómo soltarlo?
Adictivo como él solo, nada es lo que parece, y lo que parece cambia cuando menos lo esperas. Y además me encanta cómo ha dejado todo listo y mascado para que te enganche o te animes a leer su segunda parte, que ya está en el mercado: "La red púrpura".
El por qué de ese título, lo que todo ello implica, y cómo resolverá el nuevo caso la inspectora Elena Blanco sólo lo podrás saber si te lees primero este.
En él hay asesinatos horrendos, torturas, sospechas, desapariciones sin resolver, una inspectora impulsiva y metódica, un equipo muy peculiar, y mucha adrenalina.
Toda comparación es odiosa, pero su nivel es similar al de trilogías como la del Baztán de Dolores Redondo, pero en Madrid Capital (y con derivación a Teruel).
En definitiva, muy recomendable, y para tener a mano la segunda y la tercera parte, para no dejar de leer ni perder el hilo de sus personajes!!! Aunque ahora ya se ha desvelado el mistorio en torno a su autora, pues el nombre que aparece en la portada es un seudónimo, pero ya es del todo conocido que no un señor, sino tres los que hay detrás de dicho nombre.
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