Por Jose Ángel Planillo
Sinopsis: A la villa de Alarcos llegan alarmantes nuevas: El Emir almohade, Al-Mansur, ha desembarcado en la península con un poderoso ejército; pretende dar respuesta a una provocadora carta que le envió el rey de Castilla, Alfonso VIII. La plaza de Alarcos se apresta para su defensa a manos de un alcaide, hidalgo de la tierra, cuya familia llevará el peso de esta historia. A la zaga del ejército musulmán y entre los que componen su equipo sanitario, viaja un reputado médico cordobés a quien acompaña su hijo adolescente, Ibrahím, que aspira a ser médico como su padre.
Tras la cruda y sangrienta batalla, se entabló ardua negociación para lograr una capitulación de Alarcos que salve al mayor número posible de sus moradores. Ibrahím avanza por entre los cautivos, hondamente impresionado por tanto dolor, y repara en una niña, Blanca, la hija del alcaide, que avanza junto a su madre y criados sumida en una gran tristeza. El adolescente convence a su padre para que atienda a la madre de la niña, y en agradecimiento, Blanca entregó su camafeo a Ibrahím, y de ese encuentro, surgirá un amor que se perpetuará en el tiempo, pese a los acontecimientos y dificultades que les tocará vivir.
Pero tras su lectura, resultó demasiado pastel y con demasiado romanticismo para mi gusto, aunque debo admitir que histórica lo es por los acontecimientos verídicos y bien relatados que tiene, y lo bien documentada que está la novela, narrando detalles muy concretos.
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