FLORES MUERTAS, de Julio César Cano

Por Jose Ángel Planillo

Impresionante cómo termina la última novela de Julio C. Cano: "Flores Muertas".

Es una de esas historias triples que poco a poco se van uniendo, y además en dos épocas diferentes, que aparentemente nada tienen que ver hasta que hacen "click" y todo cuadra. Y si a ello sumamos las vivencias que les pasan a sus protagonistas, que a veces vienen arrastradas de sus tres novelas anteriores ("Asesinato en la Plaza de la Farola", "Mañana si Dios y el Diablo quieren", y "Ojalá estuvieras aquí"), hace que te metas en la historia desde las primeras páginas.

Sí es cierto que aunque desde el principio imaginas que nada es lo que parece y que la policía no da una, nada hace sospechar hacia donde irá la historia ni quien es el malo al final. Alguna vez peca de repetir algunos párrafos, pero no tanto para pensar que lo hace como relleno como les ocurre a otros escritores. Todo esto, y el ir deambulando por espacios conocidos, pues poco hay en el panorama literario ambientado en Castellón ciudad y la parte norte de su provincia, hace que su trama te mantenga enganchado. De hecho, junto a la primera, creo que es la que más me ha gustado.

No hay que olvidar la selección de temas que pueden acompañar a su lectura. Los más melómanos tienen una Banda Sonora añadida, la que propone el protagonista y que aparece en las últimas páginas para poderla buscar antes de sentarse a deleitarse de su lectura. Conste que no lo he hecho, porque por desgracia para mi lo tuve que leer a intervalos, aunque buscaba cualquier hueco para que fueran cayendo capítulos.

Y lo de las últimas páginas... Augura una nueva aventura del inspector Monfort (o eso espero). Eso sí, a ver si esta vez se pasa por las comarcas del sur de Castellón, que ahora le viene de paso para ir a Teruel... (y no destripo nada más).

Enhorabuena maestro, y recomendable al 100%